Manifiesto para la enseñanza online
El modo privilegiado puede ser el online. La distancia es un principio positivo, no un déficit. El lugar es diferente, pero no menos importante, al ser online. El texto ha sido problemático: muchos modos importan a la hora de representar el conocimiento académico. Debemos tener en consideraciónlas materialidades de la educación digital. El factor social no lo es todo. Los espacios abiertos no son neutrales ni naturales: se crean y dependen de cierres. ¿Podemos dejar de hablar de nativos digitales? La educación digital remodela a sus sujetos. La posibilidad de la ‘versión online’estásobreestimada. Hay muchas maneras de hacer lo correcto online. Las ‘buenas prácticas’descuidan el contexto. La distancia es temporal, afectiva, política: no simplemente espacial. La estética importa: el diseño de la interfaz moldea el aprendizaje. La masividad es más que un aprendizaje a escala: trae consigo complejidad y diversidad. El aprendizaje onlinenecesita no ser cómplice de la instrumentalización de la educación. Una tarea digital puede perdurar. Puede ser repetitiva, pública, arriesgada y con múltiples voces. Remezclar contenido digital redefine la autoría. El contacto funciona de múltiples modos. El cara a cara estásobrevalorado. La enseñanza onlineno debería ser rebajada a la categoría de ‘facilitación’. La evaluación es un acto de interpretación, no sólo una medición. Los algoritmos y la analítica recodifican la educación: ¡presta atención! Una rutina de detección del plagio se estructura en la desconfianza. Los cursos onlineson propensos a las culturas de la vigilancia. La visibilidad es un asunto pedagógico y ético. La automatización no necesariamente empobrece la educación: damos la bienvenida a nuestros nuevos compañeros robots. No sucumbas a la envidia del campus: nosotros somos el campus.
Translated by Julia Mañero, University of Sevilla, Spain.